
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender el debate migratorio tras afirmar que las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) “no han ido suficientemente lejos”. Durante una entrevista en el programa 60 Minutes de la cadena CBS, Trump defendió el accionar de los agentes federales y justificó el uso de la fuerza en los operativos de deportación.
El presidente asegura que las redadas “no han ido lo suficientemente lejos”
Los comentarios surgieron tras ser cuestionado por videos que muestran a agentes del ICE empujando a una mujer al suelo, utilizando gases lacrimógenos en zonas residenciales y rompiendo cristales de vehículos. Lejos de condenar estos hechos, Trump insistió en que los agentes actuaron “de forma correcta” y que “lo único que impide una acción más efectiva son los jueces liberales nombrados por Biden y Obama”.
A qué se refiere Trump con tomar medidas más drásticas

Las declaraciones de Trump se enmarcan en su insistente propuesta de endurecer las políticas migratorias y expandir las deportaciones masivas. Cuando habla de tomar medidas “más drásticas”, el expresidente se refiere a tomar nuevas medidas migraorias sobre inmigración, incrementar los operativos del ICE, ampliar los centros de detención, reducir el acceso a apelaciones judiciales y agilizar la expulsión de migrantes sin estatus legal.
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En diversos mítines, Trump ha adelantado que, de regresar al poder, implementará una de las mayores operaciones de deportación en la historia de Estados Unidos, lo que incluiría el despliegue de militares y el uso de tecnologías de vigilancia avanzada en la frontera.
División en la opinión pública estadounidense
Las declaraciones han provocado una fuerte división entre los estadounidenses. Según encuestas recientes, un sector conservador respalda la idea de reforzar las deportaciones y aumentar la vigilancia fronteriza, considerándolo un paso necesario para proteger la economía y la seguridad nacional.
Sin embargo, amplios sectores progresistas y defensores de los derechos humanos condenan estas políticas, calificándolas como violatorias de los derechos civiles y deshumanizantes. Organizaciones de inmigrantes han advertido que las tácticas violentas del ICE generan miedo y desconfianza en las comunidades latinas, incluso entre quienes residen legalmente en el país.
La retórica migratoria como arma política
El discurso de Trump refuerza su estrategia electoral basada en la seguridad fronteriza y el control migratorio, temas que históricamente han movilizado a su base más leal. Su defensa pública de los operativos del ICE busca presentarlo como un líder implacable frente a la inmigración irregular, en contraste con la postura más moderada del actual gobierno.
Sin embargo, esta narrativa también podría profundizar las tensiones sociales y raciales en un país que sigue dividido entre la necesidad de proteger sus fronteras y el respeto a los derechos humanos de los migrantes.





